Siempre dicen que es recomendable no utilizar la bicicleta en un terreno mal asfaltado o en situaciones meteorológicas adversas como lluvia, nieve... Pues ayer, en la quinta etapa del Tour, tuvieron que enfrentarse a ambas cosas, un mal asfalto como el pavé y una lluvia persistente durante todo los kilómetros.

Con el británico fuera de juego, a los Contador, Valverde, etc. se les ponía mejor la carrera, pero en un terreno tan difícil y con la complicada situación meteorológica no te puedes fiar, y eso el pasó a Contador, en una curva tuvo que frenar, y lo que en un principio eran unos pocos metros, debido al ritmo impuesto por Astana, y su líder, y líder de la general, Nibali, se iba aumentando y aumentando a sabiendas de que podían hacer sangre de la herida del español. Valverde tampoco tuvo una carrera agradable, besando también el suelo y teniendo que utilizar la bicicleta de un compañero.
Nibali iba en el grupo de cabecera con varios escuderos y otros ciclistas de gran talento como Cancellara o Sagan. Astana tiraba por la general y el resto, por una victoria de etapa que, dentro de lo que significa ganar en el Tour, te da más renombre viendo el recorrido. El grupo estaba trabajando bien, pero a 6 km. de meta, el holandés Lars Boom realizó un ataque con sabor a victoria que no pudieron seguir el resto de integrantes del grupo. saliendo victorioso del Infierno Adoquinado, Nibali cruzaba la meta, consiguiendo aumentar la ventaja en 2:28 sobre Valverde y Rui Costa, y sobretodo, en 2:54 sobre Alberto Contador.
Aun queda mucho Tour, muchos kilómetros, y como afirmaba Contador, "ya llegará su terreno", pero está claro que, pese a ser la quinta etapa, Nibali ya ha dado un puñetazo en la mesa para no dejar de vestir el maillot amarillo.
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