Estas últimas semanas se ha podido ver en Hungría el mejor waterpolo, tanto el masculino como el femenino, en el Campeonato de Europa, el juntar ambas modalidades ha sido todo un éxito y las gradas han estado llenas prácticamente todos los días de competición.
Las dos selecciones nacionales estaban entre las candidatas para conseguir una medalla, pero la suerte fue dispar.
El combinado masculino estaba situado en el grupo de la muerte con Hungría, Serbia y Croacia como huesos muy duros de roer, la derrota contra Hungría por 9 a 12, el empate contra Croacia a 8 y la derrota contra Serbia por 6 a 8, hicieron estériles las victorias frente a Alemania y a Francia. Los españoles quedaron cuartos de grupo, fuera de la lucha de las medallas, toda una decepción en un verano poco exitoso para el deporte nacional. Pero los chicos aun tenían que sufrir un poco más, estaba en juego el séptimo puesto, el último que daba billete al mundial del próximo año. España volvió a ganar a Alemania, solo quedaba un partido más, todo un Mundial en juego, el rival: Rumanía. Se vivió un partido de mucho sufrimiento y tensión, seguramente el segundo más importante tras la final, los rumanos impusieron su juego lento, pero el combinado nacional se llevó la victoria por un ajustado 8-7. Un séptimo puesto que sabe a poco de una selección de la que se espera más en el Mundial del próximo año.

La final fue un auténtico espectáculo español, fueron una apisonadora que aplastó a las holandesas, a sus tulipanes y a todo aquel que se pusiera por delante. Holanda aguantó un cuarto, en el segundo y en el tercer aun se mantenía en pie, pero en el cuarto y definitivo, los golpes de las españolas las dejaron KO, 10-5 en una final es un resultados que no todos pueden conseguir, pero estas chicas no son como todos, otro oro para estas chicas que no tienen pinta de querer dejar de escribir su propia historia hasta que reciban el nombre de leyendas.
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