Si la Fórmula 1 llega a su catedral, Silverstone (Inglaterra), el espectáculo está garantizado, y más tras la clasificación de ayer, donde Rosberg se la jugó para conseguir la pole position dejando a su compañero y rival en el sexto lugar y donde varios fallos condenaron a los Ferrari a partir en el 16º Alonso y el 18º Räikkönen y a los Williams a comenzar Bottas en el 14º y Massa en el 15º.
La salida iba a ser vital para las aspiraciones de Hamilton por la victoria y de Alonso por puntuar, los dos pilotos de Ferrari tenían una táctica diferente al resto de la parrilla, poniendo de inicio los neumáticos duros, nunca sabremos si la estrategia hubiera sido la acertada, ya que una salida de Räikkönen terminó con un duro golpe del finlandés (que salió con un dolor en el tobillo pero que, finalmente, no reviste gravedad) donde también tuvo que abandonar Massa en un fatídico gran premio 200 y con un guarda choques destrozado, provocando una bandera roja y la suspensión de la carrera. Este parón le resultó muy ventajoso a Alonso, que pudo quitarse de encima los neúmaticos duros, pudiendo hacer toda la carrera solo con blandos. Al reanudarse, Hamilton adelantó a los dos Mclaren para ponerse segundo detrás de Rosberg, Bottas y Alonso adelantaban a todo aquel que se les pusiera por delante, pero la progresión del piloto de Ferrari se vio truncada primero al no poder adelantar a Button y después por una sanción por haberse colocado mal en la posición de la salida, le supuso 5 segundos más en su parada que le complicó las posibilidades de podio.
Mientras Fernando se peleaba contra el mundo, Rosberg tuvo problemas con su caja de cambios y cuando tuvo que bajar una velocidad para pasar un doblado, se le rompió completamente, teniendo que abandonar dejando en bandeja de plata la victoria al brítanico. Con Bottas segundo y sin enemigos, los Red Bull se colocaron 3º y 4º, Vettel paró y se colocó delante de Alonso que sacó un poco de su magia y lo adelantó, viviéndose así un gran, y caliente, duelo entre el español y el alemán por la quinta plaza que, finalmente, se lo llevó el germano gracias, en parte a la frescura de sus neumáticos.
Con la primera plaza para Hamilton y la segunda para el sorprendente Bottas, la duda estaba en el último cajón de honor, Ricciardo estaba tercero pero, en teoría, tenía que hacer una parada más que el siguiente clasificado, Button, pero el Red Bull del australiano aguantó 36 vueltas con las mismas gomas dejando al piloto inglés de Mclaren con su maldición, 15 carreras en casa, 0 podios.
El Mundial se aprieta, Rosberg sigue al frente pero a tan solo 4 puntos de su compañero de equipo, parece claro que esta vez tendremos campeonato hasta la última carrera.
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