
El 26 de abril de 1980 no sería un día especialmente interesante, salvo para la familia Gil-Gómez, gracias al nacimiento en Esplugues del Llobregat de uno de sus hijos. Pero cuando el pequeño Pedro vió la luz por primera vez, ni sus padres se podían esperar lo que el futuro, y el hockey, le tenían preparado.
Antes de hablar del porqué este jugador es leyenda viva, historia del hockey, etc. Hablemos de la persona, porque Pedro Gil es un crack, y como crack es un tipo peculiar. Su pasión dentro de la pista lo convierte en el favorito de la afición, es contagiante, es el jugador más mediático dentro de un deporte tan pequeño, la cara de la selección, el que habla en los pocos programas que piden la presencia del hockey en algún momento, incluso en la CNN, hace un año. Su toque personal son los innumerables tatuajes que tiene por su cuerpo, una peculiaridad más que no pasa desapercibida. Eso sí, para ideas claras las suyas, bien sabido es el potencial del FC Barcelona en esta modalidad, donde no paran hasta conseguir a los mejores, ¿y entonces Pedro? Es simple, y así lo afirmó en una entrevista: "Soy madridista, no jugaré en el Barcelona". Pero no todo son alabanzas para este jugador, de ascendencia andaluza, él se siente tan español como catalán, cosa que dentro del mundo hockey no es habitual, dentro de Catalunya es tan querido por unos, como odiado por otros.Por último, Pedro Gil es el abanderado de la cruzada que pide el Premio Príncipe de Asturias para esta selección nacional, algo que es lógico para todos menos para los jueces.
Una vida encima de los patines que empezó a los 4 años en la escuela de hockey del Noia, en Sant Sadurní d'Anoia y en ese mismo club debutó en la OK Liga con solo 17 años, pero Pedro Gil no es un jugador normal, y con esa edad se alistó al servicio militar de forma voluntaria, destino: Tenerife, y allí jugó la temporada 1998/1999, para volver a casa un año después. 19 años y ya todo un trotamundos, aunque no iba a quedar allí. Tras la temporada 1999/2000 el joven Pedro volvía a independizarse, esta vez para vivir en tierras lusas. 2 temporadas en el Infante de Sagres y 5 en el Oporto. En el 2007, con 27 años y ya convertido en uno de los mejores del mundo, regresa a España, siendo reclutado en las filas del Reus Deportiu, pero la OK Liga no es para él, en el 2009 volvió a Porto, su segunda casa. Al militar Gil le quedaban, y quedan, territorios por conquistar, y se despidió de Portugal para irse a Italia, en el 2012, de la mano del Valdagno, un amor breve e intenso ya que la pasada temporada firmó por el Forte di Marmi, donde coincide con dos españoles: Pablo Cancela y Enric Torner.
Con la selección su trayectoria es igual de larga, vistió la camiseta de la absoluta con tan sólo 20 años, convirtiéndose hace 5 años en el capitán del equipo, uno de los imprescindibles y de los más culpables de que esta selección haya batido todos los récords, más que capitán es el general mayor, una leyenda viva.

Pero hay algo mejor en este jugador que todos los goles que ha marcado, todos los títulos que ha levantado, las camisetas que ha vestido o incluso todos los tatuajes que tiene, y es que Pedro Gil no está acabado, aun le quedan muchos kilómetros que recorrer en sus patines. El vídeo que termina este artículo son 5 minutos de espectáculo, se deberían ver cada segundo de él con gran atención, y es que a veces la bola ni se ve, cosas de este gran deporte