sábado, 23 de agosto de 2014

EL ATLÉTICO GANÓ CON "TRAMPAS"

Sí, suena sorprendente, pero el Atlético de Madrid ha ganado la Supercopa de España con una trampa. No está permitido que se comience a jugar cuando uno de los dos equipos aun está en el vestuario. Y es que en los 5 primeros minutos no existió Real Madrid sobre el terreno de juego,  y eso dio como resultado, tras un despeje de Moyá y una continuación de cabeza de Griezmann (sin ser el más alto de la clase), un ajustado tiro a la portería, imparable para Casillas del croata Mario Mandukic, adelantando a los colchoneros cuando no había pasado ni minuto y medio del partido.
Con el 1 a 0 en el marcador, el conjunto de Ancelotti despertó y se hizo con el dominio de la pelota. De la mano de un Kroos pasador y un James ejecutor, parecía que el Madrid podría igualar el electrónico, pero el colombiano no tuvo suerte y desaprovechó las tres ocasiones que tuvo. A todas estas, el partido estaba siendo tan aburrido como intenso, muchas interrupciones por parte de ambos equipos y mucha tensión, tanta que el "Cholo" Simeone se excedió en sus protestas, incluyendo dos collejas al cuarto árbitro, y fue expulsado, viviendo el derbi con las mismas ganas pero desde la grada. 
Con este resultado los colchoneros levantarían un título más, pero aun quedaban 45 minutos, mínimo, donde tendrían que confirmar el resultado.
A todo esto, Cristiano Ronaldo había visto este primer periodo desde el banquillo ya que en el primer partido se había tenido que salir del campo tocado y no querían arriesgarse con él. Pero no podían esperar más, y el portugués se preparó para entrar, siendo el perjudicado Toni Kroos, no tan esencial como en sus otras actuaciones. 
Pero el cambio no dio buen resultado, y es que la pérdida de defensa que supuso la salida del alemán permitió al Atlético controlar el esférico, pudiendo cerrar el partido en un remate de Raúl García que primero dio con el larguero y después saco Casillas magistralmente desde el suelo con Mandzukic estaba con la caña preparada para marcar ese rechaze. En los segundos 45 minutos se confirmaron dos cosas: Una, que James Rodríguez no puede jugar como mediocentro (fue sustituido por Isco) y que Di María es imprescindible para el Madrid, y es que un jugador importante en un equipo que ha sido campeón de Champions, campeón de Copa y que ha perdido, porque si eres líder a falta de pocas jornadas y sin enfrentamientos contra tus rivales directos, pierdes la liga, no te la ganan, un Liga, no debería venderse, pero parece que no volveremos a ver al argentino en el once blanco.
En los últimos minutos el honor blanco salió para intentar empatar, aunque con muchos parones en el juego se les hizo difícil llegar a la portería de Moyá, el único peligro fue un intento de remate de cabeza de Sergio Ramos ya en el descuento, pero esta final no siguió el guión de la de Lisboa y el Atlético de Madrid tuvo su pequeña y merecida revancha, Gabi alzó la supercopa sobre el cielo nocturno de Madrid y dejando claro que esta Liga no va a ser de dos de nuevo.

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