
Pero recuerden, Bélgica, sábado, 23 de agosto, verano... bueno, "verano",tan solo 8 grados de temperatura y unas nubes negras que descargaban toda su ira en forma de agua sobre el piso, todo podía cambiar en esta situación, pero no. Rosberg consiguió una pole más, la noticia fue que, detrás suyo, se situaba Hamilton, que no tuvo grandes problemas como era habitual. Alonso voló sobre el agua y consiguió una cuarta plaza pese a tener a los Red Bull y a los Williams por delante en rendimiento.
Domingo de carreras, esta vez el sol sí brillaba sobre las verdes tierras belgas y la cosa empezaba mal para Alonso, su Ferrari corre poco, pero esta vez ni arrancaba, finalmente el motor comenzó a rugir, o más bien a maullar esta temporada, pero con una penalización de 5 segundos en su primera parada. Semáforo en verde y la sorpresa fue Vettel, el alemán salió como un rayo y estuvo a punto de ponerse en cabeza, pero los Mercedes no le dejaron soñar y se pusieron primero Lewis y segundo Nico.
Hamilton no había tenido mala suerte en todo el fin de semana, pues eso le duró dos vueltas pues Rosberg tocó al británico y pinchó el neumático, la tensión en el equipo puede hacerles perder el Mundial, no sería la primera vez que Hamilton tiene un bólido plateado y pierde el campeonato (y se lo hace perder a su compañero) por problemas internos, Alonso sabe algo de eso...
Y el candidato a arrebatarles el título es Dani Ricciardo, el australiano está intratable, ha conseguido su segunda victoria consecutiva, está a solo 35 puntos de Hamilton y está siendo muy superior a su compañero de equipo (el adelantamiento de esta carrera es una muestra de ello).

Se huele la tensión en los boxes de Mercedes y Red Bull, Vettel también dejó algún recado para el equipo tras la bandera de cuadros. La tensión se podría cortar con un cuchillo, quedan 7 carreras y solo puede ganar uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario