Existen algunas voces expertas en el mundo del hockey que afirman que para ganar al Barça se debe tener el mejor día de todos los jugadores, en especial el del portero, y que ellos tengan el peor de toda la temporada, pues bien, el Noia ha añadido una fórmula nueva para esta teoría: con una defensa intensa, un gran día del guardameta, jugándoles de tú a tú y sabiendo que los goles llegarán, también se vence al todopoderoso F.C. Barcelona.
Tras el empate a 0 del primer partido, ambos conjuntos llegaban al decisivo muy motivados, el Noia tras su victoria trabajada contra todo un Liceo, y el Barça por su contundente 2 a 9 frente al Vendrell. Los culés, que jugaban en casa, eran los favoritos para ganar un encuentro que, como si uno de fútbol, ya se ha ido calentando durante las semanas, Ferran López, entrenador del Noia, golpeaba primero diciendo que su equipo ofrecía más hockey que su rival pese a la diferencia de presupuestos, Rocard Muñoz, técnico del Barça, contestaba con el mismo tema, pero con distinto argumento, él considera que el juego de López y su Noia no es hockey, que solo se dedican a defender, el espectáculo estaba servido.
Saltaron los jugadores al Palau y los visitantes impusieron su ritmo, buena defensa, contraataques y seguridad para no perder pelotas, en esos minutos sus esfuerzos se vieron recompensados con un gol de Del Amor, ser el inagurador del electrónico era vital, y lo habían conseguido. Los blaugranas, conscientes de que a cada minuto estaban más cerca de perder el título, asediaban la portería de un Luis Gil inconmensurable. Tanto le chutaban que Xavi Barroso, que no tira flojo precisamente, con un lanzamiento, le levantó el casco y le hizo una herida en la boca, tuvo que salir el segundo portero, Alex Ribó, pero en esos 30 segundos no se movió el marcador: 0-1 al descanso, el trofeo se acercaba poco a poco.
Comenzaba la segunda parte, todo por escribir, por narrar, por vivir, Luis Gil volvía bajo palos tras ser curado de su herida, algunos pensareis que tras ese disparo de Barroso Gil se amedrentaría, ¿verdad? Nada más lejos de la realidad, siguió siendo un pequeño, pero muy rápido, muro para las estrellas culés. Pero estos blaugranas son muy, pero que muy, buenos, y en tres minutos de calidad les permitió dar la vuelta al resultado. Marc Torra empataba en el rechace de su penalti fallado, acto seguido Luís Gil tuvo la mala suerte de marcarse un gol en propia tras un rebote de un disparo y, además, el Barça parecía haber cerrado el partido con un gol de Pablo Álvarez. Pero el Noia estaba destinado a ser campeón, aprovecharon un powerplay con el tanto de Francesc Bargalló, 3-2 y con mucho partido por delante. El partido se calentaba con momentos, y en estos escenarios un hombre se siente como pez en el agua, Borja López, choques, golpes, encontronazos e incluso hasta un posible mordisco, pero también calidad, talento, y gol, ese gol tras sentar a Gual que significó el empate a 3 con el que se llegaría al final del tiempo reglamentario.

En la tanda saltó la primera sorpresa, Sergi Fernández había sido el encargado de defender las redes blaugranas en ambos partidos de la final, pero, justo para este momento, el cuerpo técnico decidió sacar a Egurrola, se ve que un campeón del mundo y de Europa con la selección nacional no sabe parar penaltis... Gracias a Bargalló y a Gil el Noia se llevó la tanda, el partido y el trofeo, tenemos nuevo rey de Europa.
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