Un empate a 0 en baloncesto o en balonmano es prácticamente imposible, en fútbol demasiado habitual, y en hockey poco habitual, pero las curiosidades existen, y ayer en Sant Sadurní d'Anoia, en el primer partido de la final Continental que enfrentó al Barça, campeón de la Liga Europea, y al Noia, campeón de la Copa Cers. En juego el trono europeo, el Barcelona es el claro favorito, y más ganando la Supercopa de España hace una semana.
Pero que no se moviera el marcador no es sinónimo de aburrimiento, más bien todo lo contrario, y es que ambos conjuntos nos regalaron 50 casi dos horas de espectáculo, con muchas ocasiones y donde podría haber ganado cualquiera.
El Barcelona comenzó imponiendo su ley, se adueñó de la pelota e intentaron romper el entramado defensivo local, cosa que les resultó imposible. La salida de uno de los nuevos fichajes del Noia, Francesc Bargalló, revolucionó el ritmo de juego rojinegro, se quitaron el miedo y fueron a contestar de tú a tú al coloso blaugrana. Dos palos después por equipos y muchas paradas después de ambos guardametas, se llegó al descanso con el marcador con el que se había empezado, 0-0.
En los instantes finales, ni el Noia aprovechó sus dos minutos en superioridad ni el Barça el cansancio de los locales, 0-0, el próximo sábado sabremos si el Noia consigue este título europeo o si el Barça se lleva el segundo de los tres trofeos que disputa en este inicio de campaña.
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