
Sí, Hamilton ganó, aumenta la ventaja con Rosberg, que fue segundo, los Red Bull acertaron en "regalar" la clasificación para ser más rápidos el domingo y quedar tercero y cuarto y Alonso solo pudo dar 3 vueltas, todas con safety car, hasta que su Ferrari decidió que no quería correr más por ese día. Todo eso, y más, pasó en este Gran Premio, pero nada de eso es importante, las victorias, los puntos, los fichajes confirmados... Todo carece de importancia cuando un piloto sigue pilotando una carrera, una sin coche y que disputa solo. Quedaban algo más de 10 vueltas para el final y el agua volvió a bañar el asfalto nipón y Sutil sufrió las consecuencias, su Sauber chocó contra las protecciones en la curva 13, era un accidente fuerte pero sin consecuencias aparentes, el piloto salía por su propio pie, los focos se dirigían a otros lugares, llovía, pero tampoco tanto para que saliera el coche de seguridad aunque no sorprendía su salida, lo que sí hizo saltar las alarmas es que tras él saliera el coche médico, Sutil no podía ser el que necesitase los servicios médicos, parecía bien por imágenes, el desconcierto y el miedo asoló el paddock con este misterio que se fue descubriendo poco a poco, Jules Bianchi también había abandonado la carrera pocas vueltas después y la falta de imágenes de su abandono, al igual que la falta de información sobre el francés, le colocaba como desgraciado candidato número 1, pero, ¿por qué?
Finalmente la información llegaba, Bianchi se había estrellado contra la grúa que recogía el coche de Sutil, tuvo que soportar durante unos pocos segundos el peso de ese vehículo sobre su cabeza, el de Marussia era trasladado de inmediato al hospital más cercano, en ambulancia ya que era el medio más rápido para las condiciones y distancia del recorrido, no porque el helicóptero no pudiera volar.
Bianchi fue operado de varios traumatismos en la cabeza, está grave, y hay muy poca información al respecto, sigue muy grave y con respiración asistida aunque estable, un pequeño haz de luz dentro de la oscuridad. El mal vuelve a cebarse con Marussia tras haber vivido el accidente de María de Villota hace unos años y su fallecimiento hace pocos meses.

Evitable o no, lo único importante es animar todo el mundo del deporte a este joven piloto, tranquilo Jules, aun tienes muchas carreras que disputar.
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